Publicidad que no te abandona

Antes en Lima la publicidad era dada a voz en cuello por los pregoneros que brindaban sus productos a la venta: ¡tamales! ¡tamales! gritaba la negra, ¡pancitos calentitos!, el panadero, ¡humitas dulces!, el zambo con cajón. Dándose nuestro primer modelo de publicidad. Aunque en esos tiempos ya existía la imprenta, los volantes que se hacían tenían un gran defecto, estaban repletos de texto, lo que dificultaba a gran parte de los limeños de esa época.

De ahí la publicidad empezó a presentar sus mejoras, evolucionar notoriamente, los volantes habían sido implementados con imágenes. Tiempo más tarde apareció la publicidad en la tv, que se daba en la transmisión del programa mismo, se daba en vivo!, aunque creo debieron de equivocarse en muchas ocasiones-porque no siempre les salía bien-, cuentan una anécdota que en un programa X que tenía como auspiciador una marca conocida de televisores, en eso al promocionarla tenían que probar que la pantalla era resistente, como en las anteriores veces golpeaban con un martillo para mostrar su dureza, pero esta ocasión fue distinta, al golpearla con el martillo,la pantalla sedió al implacable golpe del martillo y se rompió al instante, y todo eso fue en vivo.

Después de ese lamentable incidente, las agencias publicitarias se preocuparon en crear una nueva forma, grabar los comercial, para poder transmitirlos sin error alguno.

Bueno este modelo de comerciales y publicidad se sigue utilizando hasta ahora, pero no solo eso es publicidad, ahora enfocándonos en nuestra realidad vemos publicidad en todos los lugares, saliendo para la universidad y dirigirme al paradero, veo publicidad: un banner luminoso que motiva usar la nueva línea "Pantene", el bus que me trae hasta la universidad mostrando "Panadol anti-gripal" en su exterio-lo que me recuerda tomarlo para la gripe-; por la tarde si miro al cielo, veo un aeroplano con la tarifa Tun Tun de Claro; al ir a casa prendo la tv, veo un comercial de Lamborgini y su MaxCasino, cojo el periódico para leer y zas! toda una cara con la publicidad del descuento en chompas y casacas de 30% + 10% en Saga Falabella.

Ahora me pregunto ¿tanta publicidad, no enfermará? pues creo que sí -aunque no es una enfermedad ocasionada por un virus letal que nos tumba a la cama- pero nos vuelve consumidores compulsivos, nos vuelve locos! Estamos expuestos a tanta publicidad que un lapso de 5 horas llegué a ver todo lo que les mencioné.

Por cierto como están en Saga Falabella con descuentos en chompas y casacas de 30% y con tarjeta CMR 10% adicional, iré a hacerme con algunas ropas antes que se acaben, hasta luego!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

okis es verdad q la publicidad puede llegar a ser asfixiante y q nos puede volver compradores compulsivo oye conosco varios casos .... bueno sigue asi vas muy bien ... se q todo te va salir bien dtb ..... y sigue con esa chispa jejejeje .....

Anónimo dijo...

si comparto la anterior opinion, la semana pasada me llegaron varias revistas de distintas entidades tanto financieras como centros comerciales.
y me pregunto que voy a hacer con tanto papel?? donde queda el medio ambiente